Cuantas veces nos habremos hecho estas preguntas, a cuantos pastores de cuantas iglesias se las habremos consultado, y quizá no hayamos recibido una respuesta satisfactoria, es hora pues, de que reflexionemos un momento.
Haciendo un recuento de todas las antiguas y muy evolucionadas razas que dominaron el mundo antiguo podriamos preguntarnos:
- Cuando terminó la era de los hiperboreos ¿se acabó el mundo?
- Cuando se hundió la Laponia, ¿se acabó el mundo?…
- Cuando se hundió la Lemuria, ¿se acabó el mundo?…
- Cuando se hundió la Atlántida, ¿se acabó el mundo?…
- Cuando se inundaron los pueblos en el Diluvio Universal, ¿se acabó el mundo?…
- Cuando fueron calcinadas las ciudades corruptas de Sodoma y Gomorra, ¿se acabó el mundo?…
- Cuando se ahogaron los faraones en el Mar Rojo, ¿se acabó el mundo?…
- Cuando el Divino Cristo derribó al Imperio Romano, ¿se acabó el mundo?…
Es Obvio que en ninguno de estos casos el mundo se acabó, tan solo hubo un decaimiento o exterminio progresivo de la raza imperante. Los grandes reinos, imperios, culturas y civilizaciones que evolucionaron y progresaron, todos ellos se olvidaron de poner el sello de Dios en sus obras; cumplieron su tiempo y tuvieron un final doloroso.
Hoy, nos toca a nosotros, nos olvidamos de Dios, al igual que otroras grandes culturas, hicimos un mundo que se rige por el dinero, donde todo se aquilata según el oro y no según Dios, es de imaginarse pues, que Dios no está contento con nuestro comportamiento y esto conlleva a un Juicio, el cual, como la Biblia lo dice, será dentro de los acontecimientos bíblicos del Divino Apocalipsis, en esta generación (Mateo 23:36)
El fin del mundo – dice el Divino Autor de los Divinos Rollos – es el fin de toda forma de maldad salida de los mismos hombres; que al crear el sistema de vida, no tomaron en cuenta para nada, las Divinas Leyes y Mandamientos del Creador de la vida; quien, en su infinito amor y bondad, nos concedió la maravillosa oportunidad de conocer un mundo más de su infinita Creación; Dios Padre nos concedió la prueba de la vida humana, para que nosotros evolucionáramos y progresáramos en el plano moral, espiritual y material; haciendo buen uso del libre albedrío y de las virtudes que nos concedió el Divino Creador de la vida. El fin del mundo, Juicio Final o Armagedón, no es propiamente la destrucción física del planeta tierra; porque el Divino Creador no destruye su obra, ni permite que otros la destruyan; el Divino Creador de la vida, decide renovar, transformar, evolucionar y perfeccionar su Divina Creación; poniendo punto final a todo lo que representa violación a sus Divinas Leyes y Mandamientos; en otras palabras, el Divino Juicio Final es la depuración del espíritu y la materia.
Conceptos sobre el Divino Juicio Final o Fin del Mundo:
El fin del mundo, es:
el fin de las filosofías de fuerza | el inicio de nueva filosofía sin fuerzas armadas |
el fin de la noche de los tiempos | el inicio de el milenio de Paz |
el fin de la ciencia del bien – estar | el inicio de la Ciencia Alfa y Omega |
el fin de las políticas y demagogia | el inicio de una era gobernada por Cristo |
el fin de la maldad de los hombres | el inicio de una epoca de dicha y bondad |
el fin de la hipocresía y la falsedad | el inicio de la verdad y autenticidad universal |
el fin de la idolatría y el paganismo | el inicio de la adoración solo a Dios Padre |
el fin de las divisiones y confusiones | el inicio de un gobierno unificado y planetario |
el fin de la ambición y la explotación | el inicio del desinteres y amor al prójimo |
el fin de las injusticias y sufrimientos | el inicio de la justicia mental de Cristo |
el fin de la mala fe y la mala voluntad | el inicio de la fe verdadera y voluntad auténtica |
el fin de la obra de los seres mortales | el inicio de la obra de los seres inmortales |
el fin de la violencia y la degeneración | el inicio de la paz y regeneración de las cosas |
el fin de la inmoralidad y la corrupción | el inicio de la moralidad y la anticorrupción |
el fin de las religiones y falsas creencias | el inicio de verdadero seguimiento bíblico |
el fin de las guerras y matanzas asesinas | el inicio del respeto por la vida |
el fin de los enemigos del Divino Creador | el inicio de un mundo de seres angelicales |
el fin de los enemigos de la espiritualidad | el inicio de familias espirituales |
el fin de los enemigos de la Verdad de Dios | el inicio de los amigos defensores de lo de Dios |
el fin de los enemigos de la verdadera moral | el inicio de los seres moralistas |
el fin de un sistema de vida injusto y desigual | el inicio de la Justicia sublime de Cristo |
el fin de un mundo malamente llamado cristiano | el inicio del verdadero Cristianismo |
El fin del mundo, es una revolución planetaria; dirigida y conducida por el Divino Primogénito Cristo; quien retorna como un Divino Juez de Jerarquía Solar; con poderes inauditos y aterradores, tales como el de dar y quitar la vida, así como el de mandar a los elementos vivientes de la Naturaleza; tan grande será la Divina Revolución del Hijo de Dios, que no quedará ni el vestigio del extraño sistema de vida, basado en las extrañas leyes del oro; cuyos frutos son: hambre, miseria, injusticia, guerras, violencia, ignorancia, ambición, explotación, corrupción, degradación y degeneración del ser humano; al grado de convertirse en seres autómatas, que sólo piensan en su propio bienestar, olvidándose de los demás; sin un amor real y sincero hacia el prójimo.
Dice el Divino Creador de la Vida:
El término inmoralidad, significa la falta de amor para con la totalidad; y precisamente esta falta de amor para con la totalidad, es la causa por la que el Divino Padre decide materializar el Divino Juicio Final.
Hacia el año 2001 de la Era Solar Omega, el Divino Primogénito Solar Cristo, se manifestará al mundo en Gloria, Majestad y Potestad; brillando como un Divino Sol, levitando y con poderes inauditos tales como mandar mental y amorosamente a los elementos de la Madre Naturaleza; y cuando ello suceda, se iniciará la época del llorar y crujir de dientes; tal como está anunciado y profetizado en todas las Sagradas Escrituras del mundo en Mateo 22:13.
El Divino Cristo, el Hijo del Dios viviente, ya no viene como el redentor Jesús de Nazareth, el humilde pacificador, esta vez viene a recoger la cosecha humana que ya está lista para la siega, viene como un Divino Juez; para entregar a cada uno lo que le corresponde, y lo hará en un enorme Divino Juicio, en donde estarán todos los seres humanos de toda lengua, credo y religión, estarán vivos y muertos. Restituirá además, el orden de todas las cosas mal hechas por el hombre, gobernará las naciones con mano de hierro y dará inicio a una Nueva Era de maravillas y prodigios; que la humanidad conocerá como: EL MILENIO DE PAZ – LA ERA DEL CORDERO DE DIOS – LA ERA DE LOS CIELOS ABIERTOS – LA ERA DE LOS VIAJES INTERGALÁCTICOS – LA ERA DE LOS SERES INMORTALES.
Luego de la renovación y depuración de todo lo malo y nocivo que existe sobre la faz de la Tierra, el mundo seguirá girando sobre su propio eje y recorriendo la órbita trazada por el Divino Padre, sin embargo habrá cielo nuevo y Tiera nueva (Apocalipsis Cap 21:1), donde el lobo pastará con el cordero y el león comerá pasto (Isaías 65;25), será una paz y felicidad verdadera .
El fin del mundo, es el fin de todas las filosofías humanas que no hicieron las cosas respetando las Divinas Leyes y cumpliendo los Divinos Mandamientos del Padre Eterno; y es por lo mismo que el Divino Creador, decide quitar del planeta todo árbol filosófico que no dio buen fruto; es así, que por Voluntad del Dios Único y Verdadero, desaparecerán de este planeta: religiones, capitalismo, militarismo, racismo, fascismo, apartheid, comerciantes, fabricantes de armas, fabricantes de guerras y toda filosofía que atenta contra la Divina Ley de Dios, y retrasa la evolución de los espíritus pensantes en prueba de vida planetaria, como lo somos los humanos.
OJO POR OJO Y DIENTE POR DIENTE
La vida humana es una divina prueba relativa que nos concedió el Divino Creador de la vida con el propósito de que logremos la perfección universal, esto debimos haberlo hecho desarrollando nuestras virtudes, sin embargo no supimos poner resistencia mental a contravirtudes como la apatía, el desinterés por los problemas ajenos, la indiferencia para con el oprimido, nos contentamos con ser mansos y contemplativos, disfrutando e la Ciencia del Bien Tecnológico. Ahora es tiempo de que el hombre definitivamente comprenda que cada minuto de su tiempo es vital en sus futuras reencarnaciones como humano, y que cada acción que realice en la vida, son como monedas que tarde o temprano recibirá como su salario en esta o en cualquier vida posterior, es el futuro que uno mismo construye.
Ojo por ojo y diente por diente (Exodo 21:24); lo que tú siembras cosecharás (Mateo 13:37 al 43); el que a espada mata a espada muere(Mateo 26:52); son eternas leyes que dicen lo mismo; porque el Divino Padre, en su infinito amor quiere evitarnos el drama y la tragedia, pero la gran mayoría no toma conciencia de lo que en el fondo contienen estas parábola advertencias sublimes de la Divinidad sobre las Leyes Eternas y la Suprema Justicia. Por ello es bueno recordar: Que tu hoy, será tu mañana, que tu ayer, es tu actualidad y que todo cuanto hacemos en la vida presente, tiene sus réplicas y consecuencias en vidas futuras.
Nada existe en el accionar del hombre, que no acarree igual respuesta en esta vida o en otras vidas; porque lo que se hace se paga, pensamientos, palabras y acciones quedan plasmados en la mente de futuros universos; son causas que desatan efectos, efectos que deberemos ir a corregir en el devenir del tiempo.
Somos hombres incrédulos y escépticos, que aún no alcanzamos a entender las Sublimes Enseñanzas del Divino Maestro Cristo Jesús; no alcanzamos a vivir el sublime amor que purifica y transmuta el alma pecadora y mortal en alma divina; porque sólo el Amor de Dios puede otorgar el equilibrio, la armonía y la felicidad. Estimadas hermanas y hermanos: siempre tengamos presente en nuestras mentes, que el fin del mundo lo podemos evitar si ahora todos unidos, luchamos por una misma causa: desterrar la ignorancia y la maldad que reina sobre la faz del planeta Tierra.