|
Sí hijito; ningún grosero de este mundo, entrará al Reino de los Cielos; porque toda boca es viviente delante del Padre; y toda boca acusa a todo grosero; nadie pidió al Padre, hablar grosería alguna; porque todos sabían que ninguno que hablase grosería, en el lejano mundo llamado Tierra, entraría al Reino de los Cielos; de verdad os digo, que todo el que habló groserías en presencia de otros, deberá sumar todas las letras que contenían las palabras groseras; cada letra hablada en grosería, equivale a vivir una exsistencia fuera del Reino de los Cielos; y si hubo niños, que los escucharon, malditos son; serán acusados en presencia del Padre, de corromper a su inocencia; de verdad os digo, que todo inmoral y grosero, pagará en este mundo, lo que debe de pagar; y seguir pagando en otras exsistencias; todo grosero é inmoral, pagará letra por letra; segundo por segundo; instante por instante; idea por idea; molécula por molécula; átomo por átomo; y todo grosero é inmoral, será acusado por sus propias alianzas vivientes; por trillones y trillones de moléculas de su propia carne y espíritu; por sus 318 virtudes de su propio pensar; he aquí que todo un ejército ó muchedumbre, le acusará; es por ello que os fué enseñado que todo humilde y todo microscópico, es grande en el Reino de los Cielos; y ese ejército ó muchedumbre, sale de vosotros mismos; porque nó sólo de pan vive el hombre, nó sólo era lo que se creyó que era; el hombre de este mundo, se miró como una sóla unidad de carne; menospreció a lo microscópico que tenía en sí mismo… (Continua) |