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DIVINO ORÍGEN DE LAS NAVES PLATEADAS; COLOSALES NAVES, EMERGEN DETRÁS DE COLOSALES MUNDOS; LA DIVISIÓN DE LA MATERIA Y EL ESPÍRITU; SUS LIBRES ALBEDRÍOS, SE MATERIALIZAN EN LAS FORMAS INFINITAS.- |
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| Sí hijito; este dibujo celeste explica que en el infinito, donde jamás llegará la criatura humana, ocurren hechos abísmantes; no teniendo límite mi creación, todo exsiste en ella; desde lo microscópico hasta lo infinitamente grande; esto último, es algo que está vedado a todo mundo entre sí; los colosales mundos, son del Reino de los Cielos; hay que nacer de nuevo, en infinitos mundos microscópicos, para llegar a un mundo grande; la Tierra pertenece a los mundos microscópicos; ó mundos polvos; más, la Tierra es a la vez, un gigante, frente a otros mundos polvos; todo depende de la dimensión, en que se viva; lo colosal, no sospecha que es colosal; como lo microscópico tampoco; esta sensación, se llama en el Reino de los Cielos, sensación transitoria; pues la eternidad, hace volver a todos, a la realidad; algunas mentes, tratan de captar, lo que no está, a su alcance habitual; esto se denomina inspiración reconocida; que no es más que un débil desprendimiento, del lugar de donde vino el espíritu; una ley interna y muy poco estudiada, hace que la intención del espíritu, trate de penetrar en forma indirecta, el universo materia-espíritu; a cada espíritu, se le puso un olvido momentáneo, en lo que se refiere a todo su pasado; por lo tanto, cada espíritu ha vivido muchos presentes y muchos pasados; todos han terminado, junto con la mente del cuerpo de carne; por lo tanto; un espíritu ha tenido, muchos cuerpos; ha vivido muchas veces; en distintos destinos; ha tenido muchos padres terrenales; y sigue siendo un mismo espíritu; escrito fue: Hay que nacer de nuevo, para ver los mundos colosales, del Reino de los Cielos; esto significa que muy pronto en la Tierra, habrá una sola filosofía; de acuerdo a esta nueva revelación; esta filosofía la encabezará, el Cordero de Dios; se acabarán, los llamados sentimentalismos; producto espíritual, de incertidumbre y de falsos conceptos del amor; sólo el amor hacia el divino Padre, es lo eterno; quien llore a su propio Creador, ese es recibido con amor, en el Reino de los Cielos; sólo debe haber respeto por los que fueron, nuestros compañeros, en una efímera vida; el llorar a los muertos, es cosa de ciegos; dejad que los muertos entierren a los muertos; así fue escrito muchos siglos atrás; y significa que la ignorancia, llore a la ignorancia; pues todo adulto que ha vivido hasta ahora en el mundo, jamás ha ceñido su modo de vivir, de acuerdo a mis divinos mandatos; casi todos, han comido carne, a su propio hermano se comió; los tales, no entrarán jamás en el Reino de los Cielos; y todos aquéllos, que han comido alimentación, en que hubo derrame de sangre; esta costumbre de comerse unos a otros, fue válida en remotos tiempos de la Tierra; esas criaturas pidieron vivir esa filosofía; nada tiene el divino Padre, contra ellos; ni en sus formas de vivir, de subsistir y de vestir; ellos cumplieron con su propia ley, pedida en el Reino de los Cielos; y en sus costumbres, la crearon según sus necesidades; allí no había vicio; había adaptación al medio desconocido; espiritualmente eran ángeles, ante una filosofía de vida desconocida; esa fue la prueba de la vida, pedida por ellos, en el Reino de los Cielos; ¡qué diferencia entre estas criaturas, y las actuales del mundo Tierra! ¡cómo maldecirán las llamadas modas! porque toda moda, es una forma relativa de escándalo; y todo escándalo es del mundo; estas criaturas, son llamadas mundanas en el Reino de los Cielos; pues vienen de microscópicos planetas de pruebas; todo escandaloso, no entra en el Reino de los Cielos; como igualmente los llamados ricos del mundo; pues la riqueza no es sabiduría; no es conocimiento; y como tal, no es árbol, plantado por el divino Padre Jehova; y de raíz es arrancada, en el Milenio de Paz; la riqueza también es mundana; y es, la máxima expresión de la soberbia humana; ella es y ha sido, el peor azote, que han conocido los espíritus humanos, por su paso por la Tierra; y aún constituye la tragedia de millones de hijos; toda riqueza lograda por explotación de sus propios hermanos, no entrará jamás en el Reino de los Cielos; el divino Padre, no maldice la riqueza; pues hay muchas clases de riquezas; más, aquélla riqueza que ha creado, a ricos y pobres, maldita es; y no quedará nada de ella en la Tierra; la Tierra y sus criaturas ambiciosas pasarán; más mis divinas palabras no pasarán; de esta maldita filosofía, saldrá otra; más justa; más digna; más fiel a mis divinos mandatos el nuevo mundo que se inicia el año 2001, es el mundo que debió surgir hace muchos siglos atrás; en mi divino plan, no estaba incluído el uso del oro; mis divinas leyes enseñaban y aún enseñan, el gobierno patriarcal; un sólo mundo; un sólo rebaño; un sólo destino; una sola forma de vivir; satanás, reencarnado en el dinero, dividió al mundo; naciones ricas y naciones pobres; todo enriquecido, ya ha obtenido en la Tierra, su propia recompensa; que nada espere del cielo; ellos adoraron al César; adoraron el oro; que el César, los resucite en carne; pues han despreciado al divino Cordero de Dios; que es contrario, a todo engrandecimiento; que sólo dura un suspiro frente a la eternidad; que dá el conocimiento de todo humilde trabajo a todo espíritu; jamás rico alguno, se ha llevado un centavo, al Reino de los Cielos; la Tierra y sus hijos, será juzjada según las intenciones; según el grado en que cumplió con los divinos Mandamientos; pues ellos, son los únicos que dan vida eterna; nadie será juzjado por concepciones salidas de demonios; todo demonio que haya alejado a mis hijos, de la verdad, maldecido es; las llamadas religiones, son desconocidas en el Reino de los Cielos; son los árboles, que no plantó el divino Padre Jehova; y de raíz son arrancados, de la evolución humana; las religiones, son las primeras que han violado, mis Sagradas Escrituras; por algo, el divino Padre le llama la gran ramera; que comercia con mi divina ley; sin importarle, las concecuencias del futuro; la que corona reyes; malditas criaturas; la bendice las armas; conque se matan mis inocentes hijos; sabiendo la ramera, que el divino Mandamiento ordena no matar; la que ha llenado el planeta, de lujosas catedrales; enseñando a mis hijos, la adoración material; la misma que practicaron siglos atrás, los malditos dioses faraones; el divino Padre Jehova los maldijo por adorar imágenes y templos; la misma ley, cae sobre las llamadas lujosas catedrales; la divina justicia es la misma; en toda época de la Tierra; ¡millones y millones de espíritus, maldicen a la llamada iglesia católica; que el divino Primogénito llamó roca; roca del egoísmo humano; pues el divino Primogénito, leyó el futuro de la humanidad; y vió como esta secta, iba a dividir al mundo; vió todas las violaciones de esta ramera; y vió también, que sería la primera en ser juzjada, por el divino Consolador; que son las Ciencias Celestes; que se extenderá por todo el mundo; se publicarán en todos los idiomas; y no habrá ley humana, que se oponga, a lo que ya estaba escrito; hace muchos siglos atrás; y la más sublime Revelación, es la caída del mundo de la riqueza; que es la caída de satanás; expresada en la tentación de poseer más que su propio hermano; nadie es más, ni nadie es menos, ante el divino Padre Jehova; todos son iguales ante mí; pues está en mí, el amor universal; el amor común a todos; este amor comunista del Padre, aplastará a toda filosofía humana; la divina espíritualidad, se impone en el mundo; pues no exsiste materialidad, que no tenga espíritualidad; lo uno y lo otro, han salido de una misma causa; fueron probados también en la vida; y una vez más, la materialidad pierde ante la divina ley; no se puede servir a dos señores; o se sirve a Dios; o se sirve al César; quien viole los divinos Mandamientos, ese pierde; sí hijito; veo que desfilan por tu mente, todas las injusticias, que has visto, en tu paso por este microscópico planeta; de muchos años veo que llorabas en silencio; esperabas un milagro; esperabas mi divino poder; esperabas, como nadie ha esperado jamás; y ya ves, estoy en tí; y jamás te dejaré; porque fuístes humilde, ante el más grande dolor, que una criatura puede provocarle a otra; quien desprecia al hijo, desprecia al Padre; y quien desprecia al Padre, desprecia su propia entrada, al Reino de los Cielos; sí hijito; todo pasó; tu gloria telepática, es y será única en el mundo; cuando se es primero, ante el divino Padre, se es en un grado de conocimiento, que escapa a todo poder humano; sé que no te agrada ser alabado; pero, cuando el divino Padre lo hace, es otra cosa; es tu divino premio de tu divina añadidura; una añadidura, suficiente para transformar un planeta; ahora, pasemos al dibujo celeste; en este dibujo, se ven unas líneas punteadas de color negro; ello significa que todo magnetismo es controlado por las naves plateadas; y todo magnetismo a su vez, es regulado por los soles; esta divina ley es igual en todo el universo expansivo pensante; lo de arriba es igual a lo de abajo; el magnetismo, es el Alfa y la Omega, de mi única creación; ella hace la variedad, de cuanto exsiste; todas las naturalezas de los mundos, son productos de este magnetismo; el magnetismo, es el autor de los millones y millones de individualidades, que hay y que hubieron en la Tierra; todo nacimiento o reencarnación de un espíritu, trae consigo una porción de materia y espíritu; esta unión la hace el magnetismo solar; la que es hija, del divino fuego depurador, del divino Padre; el magnetismo, no es el mismo en el universo; tiene sí, una misma causa; pero como criatura viviente, posee libre albedrío; y se transforma, según avance el universo expansivo pensante; este avance se hace por medio de las líneas solares; las que no tienen fin; las que todo lo penetran; y son las que hacen madurar mundos y frutos; jamás se ha dado el caso, que una línea solar magnética, haya desaparecido del espacio; ellas se transforman; como se transforma un espíritu, en su paso por los planetas; todo el universo está sumergido en las líneas magnéticas solares; pero cada mundo tiene su propia jerarquía; pues el universo expansivo pensante, es universo viviente; sea este, materia inerte ó espíritu; por lo tanto, la muerte no exsiste en la divina creación; lo que la humanidad conoce por muerte, es un paso del espíritu, hacia una nueva transformación; habiendo tenido el espíritu muchas vidas, ya vividas, también ha tenido muchas muertes; pues cada vida, es una prueba de determinada filosofía, que tiene su término; tiene su tiempo; tiene sus divinas alianzas; tiene un divino mandato, en una cierta forma de vida; el espíritu se acerca al divino Padre Jehova, recorriendo lo que el Padre ya recorrió; esto significa que el Padre es eterno como Padre; pues es inalcanzable en sus perfecciones; toda perfección es una eternidad; y toda eternidad es una virtud viviente; y es a la vez una verdad, parte de otra verdad; toda verdad se reconoce en cada vida; se reconoce en infinitos libres albedríos; de los cuales ninguno es igual al otro; dentro de un mismo espíritu; así como toda individualidad del espíritu, ha tenido muchas individualidades; ninguna idéntica a la otra; por lo tanto, los actuales espíritus de la Tierra, son los mismos del pasado de la Tierra; y se dá el divino caso, que todos vieron los sacrificios del Hijo Primogénito; ó de los profetas; pues el mundo antiguo, era menos numeroso que el actual mundo; escrito fué, que todo espíritu tiene un sueño eterno; pero es un sueño viviente y activo; el sueño también posee libre albedrío; pues cada poro; cada diminuta célula; ó cada cabello, posee un sueño, dentro del mismo sueño mental, que es diferente a los otros; por lo tanto, exsisten sueños desconocidos para la criatura humana; pues no le es dado saberlo todo; pues la vida humana es una prueba de cada espíritu; ningún espíritu del universo lo sabe todo; solo el Padre lo sabe todo; exsiste el conocimiento relativo entre las criaturas de los mundos; unos saben más que otros; y esto ocurre en grado infinito; a cada instante en todos los tiempos planetarios, están naciendo desconocidas criaturas; que a su vez, crean otras criaturas; de acuerdo a las ideas emanadas por cada espíritu; toda criatura pensante es creadora ó productora de mundos; escrito está, que cada uno se hace su propio cielo; pues todos desprenden ideas; hasta los indebidamente llamados animales; pues todo espíritu animal, es primero en el Reino de los Cielos; ningún sufrimiento humano, se puede comparar al sufrimiento de ellos; son los más despreciados en el mundo; pero son primeros ante el Creador de la vida; el divino Padre no crea animales; crea hijos; hijos primeros; pues estos espíritus comienzan, por filosofías vivientes; en que predomina la humildad; la primera de todas las virtudes en el Reino de los Cielos; los malamente llamados animales, serán también criaturas humanas; pues primero hay que ser chiquitito y humilde, para ser grande en el Reino de los Cielos; la criatura humana fué también animalito en otros mundos; fué, lo que en el futuro serán los animales; también fué chiquitito y despreciado, para ser respetado; la ley es para todos igual; quien desprecia a mis hijitos primeros, a su propio pasado desprecia; y desprecia a la vez, al divino Padre; que está en todas partes; está en las mentes de todo animalito; y en todos los tiempos; es decir que también está en el pasado; en el pasado de cada criatura; por donde se diriga el espíritu, a través de la mente, allí está el divino Padre; ninguna ley humana ó ciencia terrestre, podrá jamás explicar su propio orígen; tiene que ser un enviado del divino Padre; con una nueva doctrina; salida del universo viviente; pues toda doctrina posee también un libre albedrío; es por eso que por su fruto se conoce, del árbol que proviene; toda doctrina del Padre, transforma los mundos; pues todas las demás, están subordinadas, a la Santísima Trinidad, en la Trinidad; toda doctrina que no es del Padre, probada es; y no tiene el divino sello de la eternidad; puesto que pasa al olvido, tarde ó temprano; la divina doctrina de la Ciencia Celeste, es eterna; está llamada a iniciar el Milenio de Paz, conque nace el nuevo mundo; un mundo tan fascinante, como justo; en que la filosofía de los niños, reinará por toda eternidad; con ello triunfa el divino pensar, de un divino corderito; venido del Reino de los Cielos.- |
Escribe: El Alfa y la Omega |
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