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Él RESPONDIÓ Y DIJO; ESCRITO ESTA: NO SÓLO DE PAN VIVIRÁ EL HOMBRE, SINO DE TODA PALABRA QUE SALE DE LA BOCA DE DIOS.- |
Significa que toda divina enseñanza ilustra al espíritu; y según el grado de indiferencia hacia ella, así es la divina añadidura que recibirá toda criatura; significa que mis divinos mandatos, están en muchos libros; ninguno de ellos tiene la exclusividad de mi divina luz de verdad; significa que todo conocimiento intelectual, es universal en todos y para todos; significa que si exsiste ignorancia en mis hijos, esto se debe al egoísmo humano; así también les será quitado, a los demonios del egoísmo; pues por culpa de ellos, millones de mis hijos, viven en la ignorancia; y no sólo viven en ella; sino que también viven en perpetuo y pasivo hambre de pan; pues la maldita filosofía del dinero, ha creado a pobres y ricos; ha creado el yugo de la desigualdad; ha creado el infierno de la injusticia; ha creado, la maldita explotación del hombre por el hombre; ha creado la maldita filosofía de los malditos dioses faraones; pues estos demonios del pasado de la Tierra, fueron sacados de ella, por ser los primeros ambiciosos del mundo; y su maldita filosofía de explotadores de mi primer rebaño terrestre, de raíz fué arrancada; más, el demonio volvió a tentar a mis nuevas y divinas generaciones terrestres; sí hijo divino; así es; tal como lo leo en tu divina mente: mi divina palabra, todo lo arrolla; todo lo transforma; pues de ella, saco el divino progreso intelectual para todos los mundos; es por eso que tú, hijo divino, lo dijistes: No sólo de pan vive el hombre; sinó de toda palabra que sale de la boca de mi divino Padre; pues todo primogénito como tú, hijo divino, recibe mis divinas instrucciones, por el divino Cantar de los Cantares; que es la divina telepatía universal; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; el divino David, se inspiró por divina telepatía; pues era un divino padre solar; era de una gran antiguidad galáctica; era y es un divino profeta con divina telepatía cantante; es decir, se inspiraba por divina música; igual como tú lo ves, con tu divina television mental; sí hijito; así es: Era de porte gigantesco; pues en aquélla época, quedaban los últimos hijos de los primeros gigantes de la Tierra; sí hijito; sé que tú siempre te preguntas ¿por qué antes había gigantes, y ahora nó? la verdad es que en el pasado, la Tierra vivió otras dimensiones; vivió otros espacios; otros tiempos y otras evoluciones; en aquél entonces, las criaturas no sabían nada de mi infinito amor; vivían según sus propias inclinaciones; más, no estaban sólos; eran visitados por mis naves plateadas; que aún visitan la Tierra; son los llamados platillos voladores por la humanidad terrestre; más, la divina actitud, de los ángeles de luz, que viajan en las naves plateadas, es muy diferente, a la de los tiempos pasados; ellos saben, que el planeta Tierra tiene unas Sagradas Escrituras; como la tienen los infinitos mundos; pues nadie está sólo; nadie es desheredado; todos tienen un divino destino; y saben, que no deben interrumpir, la vida humana; hasta que se cumpla, lo que en ella, está divinamente escrito; ellos saben, desde siglos atrás, que en este planeta, se llevará a efecto un divino Juicio Final; ellos están divinamente acostumbrados, a presenciarlos; pues en estas divinas naves, viajarán al espacio infinito, todos aquéllos que creyeron en ellos; pues escrito está, que la divina fé mueve montañas; mueve infinitos espacios; mueve infinitos mundos; mueve a todo el infinito universo expansivo pensante; pues de la divina fé, en su propia creación, el divino Padre Jehova, lo creó todo; el que no cultiva la divina fé, poco avanza hacia mí; sin ella, nadie tendrá un destino amoroso; sería un destino lleno de incertidumbres; como el que crea en mis hijos, la maldita filosofía de las pasajeras riquezas, que alimentan el cuerpo, y llenan de espantoso incierto al espíritu; creándole un tremendo complejo de inseguridad, frente a la eternidad; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; significa que todo el conocimiento adquirido por cada uno, será divinamente pesado; es decir serán todos juzjados, en el conocimiento, adquirido por el espíritu; pues las vanidades del cuerpo mortal, no cuentan para nada en la eternidad; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina justicia todo lo pesa, lo mide y lo juzja; tres divinos derechos, que cada criatura pidió para sí en la vida humana; pues cada espíritu humano, desea lo mejor, tratándose de estos tres divinos conceptos; es así que por donde se ha pecado, así será también juzjado; pues la divina justicia lo viene anunciando, desde hace ya muchos siglos atrás; ojo por ojo, diente por diente; sí hijito, así es; los antiguos romanos, te aplicaron esta divina ley; más, ellos, no sabían que también serían juzjados, en su misma ley; pues, yo, tu divino Padre Jehova, así lo quiero; para demostrar al mundo, que todo primogénito cumple también con las leyes humanas y pasajeras; pues allí reside, el más sublime respeto, al Padre Jehova; pues si exsisten leyes pasajeras en los infinitos planetas, ello se debe a mi divina voluntad; pues escrito está, que soy el creador infinito de cuanto exsiste; si los hombres abusan de sus propias leyes, cuenta rendirán por ello; como divina cuenta, me rinden todas las infinitas criaturas, del divino universo expansivo pensante; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijo divino; así es; tal como lo piensa tu divina mente; hasta el tiempo y el espacio, me rinden divina cuenta; pues escrito está, que todo es infinito pacto filosófico, expresado en el propio vivir; pues todos mis hijos de la infinita creación, participan en toda divina perfección; pues todos llegarán a ser divinas lumbreras de sabiduría infinita; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esta divina revelación, causará infinita alegría, en todos aquellos hijos, que me han buscado; de los que, dejándolo todo, se aislan del mundo pasajero; para los tales, la divina gloria es de ellos; empezando por los honorables Dalai Lamas del bendito Tibet; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina justicia se imparte desde los lejanos soles; y los infinitos hijos primogénitos, son los divinos encargados de llevarla a cabo; pues por divina ley solar, exsisten infinitos hijos primogénitos; en cada mundo; pues mi divina creación, no se reduce a un sólo mundo; mi divina justicia está en todos los mundos del divino universo expansivo pensante; pues, escrito está, que el Señor está en todas partes; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; significa que después de toda divina resurrección de toda carne, los niños del planeta Tierra, serán los primeros en viajar al cosmos infinito; pues sus divinas filosofías, son limpias; y ninguna criatura del universo temerá; pues en las lejanas galáxias, ocurren hechos inauditos, de soberbia y maldita violación a mi divina ley de amor; tal como ha sucedido en el planeta Tierra; siendo mi divina creación infinita, todo exsiste en grado también infinito; las tres divinas dimensiones, que conoce la geometría terrestre: Largo, ancho y alto, se suceden en forma infinita; pues según sea el divino grado de evolución en los mundos, así son sus propias dimensiones; es decir que estas tres divinas dimensiones, no son absolutas; no son las únicas; pues ellas son divino fruto, de infinitos pactos filosóficos, de mis divinos querubínes; pues todo planeta los tiene; nadie es desheredado; ni los planetas materiales están sólos; pues también me rinden divina cuenta, de como llevaron a cabo, el divino perfeccionamiento, de sus propias leyes; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina herencia no es exclusiva de nadie; ni del espíritu, ni de la materia; pues ambas son mis hijas pensantes, con los mismos derechos; nadie tiene que ser superior a otro; pues eso no es amor; eso es soberbia; es una maldita filosofía que causará mucho llorar y crujir de dientes; pues escrito está, que todo es pesado en las divinas Balanzas Celestiales; sí hijo divino, así es; tal como tú las ves en el interior de todos los soles; ellas te sonríen; pues ellas también tienen divina jerarquía solar; pues son también divinas creadoras de filosofías de justicia planetaria; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; todo cuanto ves, todo lo daremos a conocer al mundo; pues esa es tu divina misión; ser un divino Consolador; pues tú mismo lo anunciástes hace muchos siglos atrás; más, la divina humildad, y la ignorancia del mundo, te hizo decir: Y os enviaré un divino Consolador; pues, muchos hijos que me buscan en sus estudios de mi divina palabra, creen que el divino Consolador, es otra divina individualidad; nó hijos terrestres; el divino Consolador es el mismo divino Corderito, de la divina inocencia solar; es el mismo Primogénito; es el mismo Moisés, del pasado faraónico; es el mismo Jesús de Nazareth; es el mismo Jesús en divino retorno; es el mismo ladrón de noche, pues, así sorprenderá al mundo; es el mismo brillante como un sol de infinita sabiduría; empezando por su divina Escritura Telepática; sí hijos divinos; así es y así será por los siglos de los siglos; dice mi divina ley: Por el fruto se conoce el árbol; significa que cuando una divina doctrina, invade las mentes; transformando al mundo; relegando al pasado, el viejo y gastado edificio, ya caduco, de un viejo egoísmo humano; así ocurrió con la divina Doctrina Cristiana; cuyo divino autor fué, la Santísima Trinidad; así también, el divino consuelo de las divinas Ciencias Celestes, invadirá todas las mentes; transformando de nuevo, al mundo terrestre; pues, escrito está, que mi divina luz, es dada en época, por época; pues toda verdad cega; cuando no se dá, en divina proporción, a la respectiva evolución; sí hijo divino; así es y así será por lo siglos de los siglos; esto significa que toda la humanidad vivirá pendiente de toda palabra, que sale de la boca de Dios; sí hijo divino; así es: Veo que has captado, tan sublime responsabilidad; pues, como bién lo sabes, lo que es del Padre, lo es también del hijo; es decir, que siendo tú, hijo divino, mi divino Primogénito, tienes todos los atributos del divino Padre Jehova; pues por algo, eres el primero en todo; pues eso significa, divino Hijo Primogénito; sí hijo divino; así es: A pesar de ser mi Hijo Primogénito, debes cumplir con tu divina ley, de tu actual divina reencarnación; es por eso que cumples con mi divina ley del trabajo; porque así lo quiere, tu divino Padre Jehova; pues con ello quiero que demuestres al mundo, que sólo aquéllos que se ganan el divino pan diario, con su divino trabajo, ellos serán también los primeros ante mí; pues fueron los primeros, en cumplir con mi divina ley del trabajo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijo divino; así es; tal como lo leo en tu divina mente; esto significa: No sólo de pan vive el hombre; también vive de su propio trabajo; pues todo trabajo, requiere algo, del divino intelecto; pues, todo cuesta, sudor y lágrimas; y mientras más escollos tuvo la criatura, por conseguir su divino trabajo, mayor en ella, será mi divina añadidura; pues, probado fué en mi propia y divina ley; sí hijo divino; así debe de ser; estas divinas Escrituras Telepáticas, incluyen divina justicia, y divina ciencia; pues ambas son necesarias, para el propio avance de la criatura; sin ellas, nada sería; ninguna experiencia tendría; sí hijo divino; a todos, se les exigirá según mis divinos Mandamientos; pues mis divinas leyes, fueron escritas, para que fueran cumplidas; por lo tanto, que cada criatura humana, deduzca por su propio libre albedrío, que es lo que se ha ganado; cual es su propia cosecha; que es, lo que ganó, de toda su exsistencia; pues llegó, la divina hora, de la divina justicia; llegó el llorar y crujir de dientes; llegó la divina gloria, a separar su divino rebaño; llegó el divino Juicio Final; un divino padre solar, estará muy pronto ante el mundo; dos poderes frente a frente; el pasajero materialismo, basado en la maldita fuerza, y el divino Cordero de Dios; cuya divina filosofía, estremecerá al primero; sí hijo divino; así es y así será hasta la consumación de los siglos; pues escrito está, que todo lo del mundo, pasajero es; pues pasará la Tierra, con su espacio y tiempo; pasarán los hombres con sus filosofías egoístas; más, no pasará mi divina palabra; pues se acerca el divino Juicio Final; el mismo divino Juicio, anunciado por siglos y siglos; sí hijo divino; así es; tal como te ilumina tu Santísima Trinidad; millones de mis hijos, no creen en ello; pues la maldita ciencia del bién, los ha entretenido; los tiene ilusionados en un bienestar, cuyo orígen, es maldito producto de la maldita explotación; millones de mis hijos, han perdido toda esperanza; y sólo una fé mecánica, los alienta a vivir; sí hijito; así es; dentro del rebaño espíritualista; de los hijos que me buscan, exsisten muchos grados de fé; todos los cuales, tienen su respectivo y divino valor; como una divina virtud; pues todo espíritu, adornado está por estas divinas filosofías, en microscópico brote; pues de ellas, saldrá un futuro padre de sabiduría solar; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa, que no sólo de pan vive el hombre; pues también vive para lograr con su divina intelectualidad, llegar a ser, una divina lumbrera; de divina filosofía creadora; tal, como lo fueron y lo son, los divinos soles Alfa y Omega; divinos soles, entre infinitos otros; cuyas divinas filosofías, lograron materializarse, en infinitos planetas; desde el supremo instante, en que tu divino Padre Jehova, dijo amorosamente: Hágase la luz, y la luz fué hecha; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina Trinidad, se expande en infinitas formas; y cada divina forma, corresponde a un tiempo, un espacio, y una divina filosofía pensante; ella es la divina autora de cada naturaleza física, espíritual y filosófica de cada mundo materializado, en una de sus infinitas dimensiones; pues cada mundo ó planeta, pasa por infinitos tamaños, en su crecimiento; pues escrito está, que se empieza siendo chiquitito y humilde; tan pequeñito, como el porte de una divina cabeza de un alfiler; sí Hijo Primogénito; así es; en cada dimensión, por la que ha pasado la Tierra, y todos los infinitos planetas, han surgido con ellos, el respectivo espacio, tiempo, y la respectiva filosofía pensante; pues la divina herencia, es igual para todos; pues, también los espíritus humanos, son creados junto con su planeta inicial; y por lo tanto, nacen junto con ellos, su divino espacio, tiempo y divina filosofía pensante; pues los tiempos y los espacios, son también filosofías que se juntan en infinitas alianzas; pues, escrito está, que todo universo creado por el eterno Padre es divino producto de su divino mandato, más el divino concurso de infinitos querubínes; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa, que toda criatura pensante, es también una divina constructora, de mundos y soles; del divino universo expansivo pensante; es por eso, que todos mis hijos, poseen en diferentes grados, una divina y respetuosa superstición; causada, por el divino olvido pasajero; olvido impuesto a todos mis hijos, antes de nacer de nuevo a la vida; antes de reencarnar en un nuevo cuerpo, para ganar divina experiencia, de los mundos materiales; pues, si no reencarnara, el espíritu, nada sabría de estos mundos de la materia; que son verdaderas escuelas, donde jamás se termina de aprender; donde la divina meta de cada criatura, en respectiva morada planetaria, es lograr un divino perfeccionamiento; que unido a otros infinitos perfeccionamientos, en otros mundos, muchos de los cuales, ya no se encuentran en el espacio, logra brillar como un infinito sol; una divina lumbrera solar, surge una vez más; pues nadie fué creado sabiéndolo todo, ni jamás ocurrirá así; sólo el divino Padre Jehova, surgió por sí mismo, sabiéndolo todo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; mi divina identidad, como divino Padre Creador, abismará al mundo; pues, escrito está, que el Señor está en todas partes; más, mis hijos humanos, no saben, en qué forma, y cómo lo estoy; y llegó la divina hora que lo sepa; pues, escrito está, hijo divino, que con tu divina llegada al mundo, todo se sabría; pues siempre un divino juez solar, cuenta con las infinitas Trinidades, del infinito universo expansivo pensante; sí hijo divino; así es; la divina fé, mueve infinitas montañas; no sólo de tu mundo Tierra, sino, de infinitos más; pues, todo Padre Solar primogénito, es el primero en todas partes; pues tu divina exsistencia, data de muchísimo antes, que surgieran los actuales soles; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sé hijo divino, que a diario ves infinitas escenas solares; ves, el divino nacimiento de infinitos mundos; y ves también, su agonía; ves a las enormes naves plateadas, en infinitas misiones; así lo he querido hijo divino, porque te lo has ganado; has pasado por pruebas espírituales, como ningún ser humano ha pasado; estuvistes cerca de volverte loco; las divinas pruebas de ello, hablarán por sí solas; pues, todo lo que te ha sucedido, lo sabrá el mundo; para que todos, los que aún no han sido probados en espíritu, saquen divina experiencia; pues escrito está, que el mundo verá visiones; verá a satanás en diferentes formas; más, los que estén con el divino Corderito de Plata, nada les sucederá; salvos serán; pues todo divino arrepentimiento, empieza por reconocer a la divina inocencia de su propio espíritu solar; sí hijo divino; así es; tal como te lo anuncié, muchos años atrás; todo el mundo; todo mi divino rebaño que ha cumplido con mi divina ley del trabajo, vestirá un divino overol celeste; y en sus pechos, llevarán, el divino Corderito de Plata; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; el divino overol celeste, es la misma divina vestimenta que usan mis divinos ángeles de luz, que tripulan las divinas naves plateadas; que la humanidad terrestre, conoce por platillos voladores; y en mis Sagradas Escrituras, figuran como divinas bolas de fuego; sí hijo divino; así es; el divino overol, simboliza al hijo del hombre; ó hijo del trabajo; pues, es lo mismo; quien haya cumplido con mi divina ley que dice: Te ganarás el divino pan, con el sudor de tu frente, ése es un hijo del hombre; pues, en mi divina creación, la divina ley del hombre, hace al trabajo; pues sin trabajo alguno, no habrían hombres; sí hijo divino; así es; el divino color celeste, del divino overol, símbolo del trabajo, representa el infinito mismo; simboliza el mundo celeste; el universo expansivo pensante; donde juguetean colosales soles; con divina filosofía de niños; donde la divina eternidad, todo lo hace realidad; donde la fantasía de un niño, se materializa; donde no se conoce el dolor; donde todo es alegría divina; donde nadie envejece; donde todos viven en divino éxtasis de divina pureza; donde se ven los lejanos mundos, agrandarse; en plena luz del día celeste; donde moran, todos los que fueron humildes; todos los que sufrieron en silencio, las injusticias de los hombres, y de otras infinitas criaturas, provenientes de infinitos mundos; muchos de los cuales, ya no están en el espacio; y donde ningún rico jamás entrará; pues, lleva con él, el demonio de la insaciable ambición; sí hijo divino; así es; la maldita ambición es del polvo de la Tierra; pues salió del polvo planetario, y vuelve al polvo; sí hijo divino; ningún árbol filosófico que no ha plantado tu divino Padre Jehova, brotará, en el Reino de los Cielos; así es y así será por los siglos de los siglos; sé hijo divino, que muchos son los árboles que deben ser arrancados en la Tierra; pues, el hombre, se ha dado así mismo, mucho libertinaje; del que deberá rendir divina cuenta; pues por culpa de unos pocos, se pierde mi divino rebaño; sí hijo divino; así es; me refiero a los ricos de tu mundo: A los que han preferido las malditas riquezas, a mi divina ley del divino trabajo; pues, llegó la divina hora, en que estos hijos, maldecirán mil veces, haber sido ricos; pues ello es, un divino llorar y crujir de dientes; pues, malditos serán, ante la faz del mundo; ninguno que haya violado mi divina ley de amor, escapará; pues, avisada estuvo la humanidad, por siglos y siglos; de que vendría un divino Juicio Final; por lo tanto, que nadie se lamente, de que no fué avisado; que nadie culpe a sus propios padres; pues ellos también llorarán; que nadie se maldiga a sí mismo; pues con ello, viola su propia y divina promesa de cumplir su propio destino; que se inició en los lejanos soles; sí hijito, así es; el hombre vive de toda palabra, que sale por boca divina de Dios; pues todo espíritu, no puede sustraerse a su propio sentir; sentir divino, que envuelve a su propio cuerpo físico; pues, la divina influencia de todo espíritu, sólo se transforma, en su propio saber filosófico; pasando de una exsistencia a otra; sí hijo divino; así es; tal como tu divina mente lo piensa; después de cada reencarnación, todo espíritu humano, retorna a los divinos soles; pues de allí salió; allí se hizo; allí se tornó un divino querubín pensante; allí bebió la divina leche solar; allí vivió eternidades infinitas; allí vió con sus propios ojos de espíritu, todo el divino proceso solar de orígen de toda vida; allí presenció, lo que ningún grande de la Tierra ha visto; pues, escrito está, que todo engrandecido del mundo pasajero, no volverá a su punto de partida; pues escrito está, que todo árbol que no sea del divino Padre Jehova, de raíz será arrancado; del divino tronco galáctico; sí Hijo Primogénito; así es; el divino tronco galáctico representa, el infinito historial filosófico, de los infinitos planetas, que forman el divino universo expansivo pensante; pues sin ellos, no habrían ni pensar ni filosofía alguna; sí hijito, así es; la divina cadena, simboliza las divinas filosofías; pues, por eso, te la hice dibujar en tu divina pieza; junto con los demás divinos dibujos celestes; todos ellos, son el divino principio de como surgió la Tierra; y cual es también su futuro; sé hijo divino, que mucho te apenó, abandonar tu divina morada; más, el egoísmo humano, lo quiso así; pues tu hermano Antonio, prefirió la maldita ley del comercio; a mi divina Revelación; sí hijito, así es; lágrimas de sangre llorará; pues él sabía mucho, de tu divina misión; te veía a diario escribir, mis leyes celestes; sí hijo divino, así es: Sabía incluso, sobre tu divina correspondencia, con los honorables Dalai-Lamas; es por eso, que determiné que te cambiaras de hogar; pues el maldito comercio, será juzjado por tí; sí hijo divino; así es; y así será por los siglos; esta divina experiencia tuya, recorrerá el mundo; será el espanto de todo maldito explotador; que sólo se preocupan, por las ganancias pasajeras; que sólo duran, mientras la carne dura; pues los tales, mundanos son; pues todo mundo desaparece del espacio infinito; sólo dejan de herencia, una ilusión de la propia eternidad; que teniéndola ellos en sus propios espíritus, renegaron de ella; con su propio modo de vivir; pues, quien viole mi divina ley, escrita en mis divinos Mandamientos, viola su propia eternidad; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; pues toda divina escritura sale de los mismos divinos querubínes, de que está construído el infinito universo expansivo pensante; ellos son los divinos constructores de toda eternidad; pues ellos hacen cumplir mi divina ley; que es mi divino libre albedrío; ellos cumplen los más pequeños deseos del Padre Jehova; pues así vienen actuando, desde mucho antes, que tu divino Padre Jehova dijera: Hágase la luz, y la luz fué hecha; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que los divinos querubínes no querrán resucitar la carne de aquéllos, que han preferido la soberbia, la maldita riqueza, el egoísmo, el maldito escándalo, la maldita explotación; y todo aquello que vá contra mis divinos Mandamientos; pues, así lo quisieron ellos; tiempo de sobra, tuvo la criatura humana de arrepentirse; y aún la tiene; nunca es tarde en la eternidad; sólo que el despertar, trae consigo un divino llorar y crujir de dientes; en los espíritus; cuya divina conciencia los acusa; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina justicia, eres tú, Hijo Primogénito; pues tienes una divina herencia solar, que no la tiene ninguna criatura humana; pues escrito fué, que por tu divina sabiduría, de tu Santísima Trinidad, te convertirías en un brillante Sol; sí hijo divino; un divino Sol, como jamás vieron ojos humanos; pues así termina la historia universal; es decir que tú, Hijo Primogénito, cierras un divino capítulo del planeta Tierra; pues nadie es divino primogénito, si no escribe, como tú lo haces; nadie levitará como tú lo harás; nadie lee la divina mente, como tú la lees; nadie cura las más soberbias enfermedades, como tu divino poder lo logrará; nadie resucitará toda carne, sino es el mismo divino autor de la misma, sí hijo divino, lo sé: bién te gustaría callar, todo el divino poder, que en tí, está divinamente brotando; pero no olvides hijo divino, que también eres el divino Juez, que todo el mundo de la fé, espera; pues tu divina misión es la de consolar y juzjar; para eso, has venido al mundo; para eso, tu divino Corderito reencarnó en tu divino cuerpo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijito, así es; tú has venido a juzjar al mundo; no ha perturbarlo; pues, muchos hijos egoístas; de ideales de roca, creerán al principio que tú pasarás; más, yo te digo Hijo Primogénito, que todo aquél que renegare de nuevo de tí, maldecirá mil veces su propio egoísmo; pues todos sin excepción alguna, estarán en las interminables filas, para ser resucitados en nueva carne y nueva filosofía pensante; es decir volver a pensar como un niño; pues así fué divinamente anunciado por tí mismo, en tu divina reencarnación de Cristo Jesús; pues dijistes: Dejad que los niños vengan a mí, porque de ellos es el Reino de los Cielos; esto significa que después de la divina resurrección de toda carne, surgirá un nuevo mundo; un nuevo cielo; donde todos serán niños de doce años; donde nadie envejecerá; iniciándose un divino período de infinita paz espíritual; en la cual, todos se prepararán para viajar por el cosmos infinito; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; escrito estaba, que se necesitarían muchos siglos, para llegar al divino paraíso de niños prometido; pues el propio egoísmo humano, lo quiso así; al no cumplir todos, con mi divina ley del trabajo que dice: Te ganarás el divino pan, con el sudor de tu frente; pues surgieron los explotadores y los ambiciosos desmedidos; por culpa de ellos, el género humano ha prolongado su propio calvario; pues todos los espíritus que se han ilusionado en la Tierra, con las malditas filosofías de la ambición, explotación y comodidades pasajeras, han tenido que reencarnar de nuevo en la Tierra; pues fueron desviados en su propio destino espíritual; divino destino que le enseñaba mis divinos Mandamientos; sí hijo divino; así es; muchos han sido los siglos de atraso, en que vive el planeta Tierra; este maldito atraso, lo iniciaron los malditos dioses faraones; lo continuaron los traficantes de las guerras; lo continuaron los malditos fundadores de la gran ramera; los que enseñan a mis hijos la maldita adoración idólatra, en lujosos templos; los que se constituyeron en la maldita roca de sus propios egoísmos; de los que comercian con mi divina ley, como una vulgar ramera; pues juegan con ello, con la divina ley del amor y de la fé de mis inocentes hijos; de los que bendicen las malditas armas, conque se matan mis inocentes hijos; sí hijo divino: estos son los culpables, del dolor humano; pues, se han enseñoreado en la maldita ley de la fuerza; la ley que divide a mi divino rebaño, en naciones; creándoles un maldito orgullo; del que se lamentan en los lejanos soles; donde todo es divino comunismo espíritual; y divina alegría de niños; sí hijo divino: estos demonios del dolor humano, maldecirán mil veces haber nacido; pues malditos serán; y el mundo los despreciará; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que ellos serán los primeros en ser divinamente juzjados; pues escrito está en mis divinas y Sagradas Escrituras; la maldita secta vaticana; yugo del planeta Tierra, será la primera de todas; pues se han tomado el derecho ilegítimo, de decir que ella es la única salvación de mis hijos; se codea con los grandes del mundo; y olvida a los elegidos del Señor; olvida a los millones de obreritos, que cumplen gloriosamente con mi divina ley del trabajo y la humildad; en medio de un mundo, que tiene por sistema, la maldita explotación; sí hijo divino; mi divina ley del trabajo, debería haber empezado, hace ya muchos siglos, la maldita secta vaticana; el divino templo del divino trabajo, es la más sublime doctrina, que hijo alguno, puede honrar a su Padre Creador; el divino trabajo, es una perpetua adoración al divino Padre Jehova; vale más que las divinas oraciones; pues más mérito tiene lo que cuesta, que de lo que menos cuesta; sí hijo divino; así es; el pedir, tiene menos méritos, que el dar; pues todo trabajo, se ejecuta por el bién colectivo de los demás; por lo tanto ¡¡gloria eterna a todos los obreritos del mundo; porque de ellos es el Reino de los Cielos!! sí hijo divino; escrito estaba en mi divina ley, que los humildes serían los primeros; y mientras más humilde haya sido el trabajo que mi divina criatura, haya llevado a cabo, más cerca estará en mi divina diestra; pues así está escrito: todo hijo del hombre, hijo del trabajo es; y su divino premio él mismo se lo ha ganado; pues el divino primogénito, también lo está; sí hijo divino; así es: todo obrerito, es una divina réplica de un Hijo Primogénito; pues el ser hijo del hombre, se es también hijo primero en cumplir la divina ley de hijo del trabajo; pues el trabajo lo hace un Padre, con infinita experiencia; sin trabajo hecho en la vida mundana, nadie logra nada; pues el espíritu se estaciona; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; y mientras más despreciado se haya sido en la vida; por el egoísmo de los hombres, más cerca de mi lado está el hijo del trabajo; pues todo el que ha llorado, por mí ha llorado; pues yo, tu divino Padre Jehova, le dí soplo de vida; vida eterna tendrá; pues mis divinos ángeles, le consolarán; sí Hijo Primogénito; tu divino papel de juez del mundo, será divinamente acompañado por divinos poderes espírituales; del que poco ó nada, sabe la sabiduría terrestre; pues la ciencia humana, sólo perfecciona el presente; perfecciona leyes, que vuelven al polvo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijo divino; la divina justicia, parte escogiendo el dolor mismo; parte elevando y glorificando al sufrido; pues todo el que sufre, cumple con la divina ley del destino imperfecto; pues, si exsiste la imperfección y el dolor, es porque así lo quiso el egoísmo humano; mis divinas leyes de la naturaleza, no le enseñan al hombre, ser malo; no le ordena que mate; no le enseña que engañe; no le ordena que explote a sus hermanos de pruebas; no le ordena que se vendan y se compren las conciencias; sí hijo divino; así es: Toda divina ley del divino Padre Jehova, fueron hechas, para que todos mis hijos, vivieran felices; no para que produjeran el odio y el dolor; pues, esto ha ocurrido, porque el espíritu humano no vé más allá, de su propio interés; sí hijo divino; así es y así será hasta la total justicia, del maldito árbol filosófico, plantado por el egoísmo humano; sí hijo divino; nadie escapará; los causantes del dolor y las injusticias, envidiarán, al más humilde de mis hijos; pues el divino dolor, será premiado; pues nadie se manda sólo; la divina justicia es algo, en que nadie puede permanecer indiferente; nadie puede fingir, ante ella; pues todo fingimiento, será rigurosamente descontado, de todo espíritu humano; nadie podrá ser un caso aislado; nadie se burlará de nadie; todos son iguales ante mí; todos serán juzjados, en igualdad infinita; teniendo por divino principio, el divino destino, y la divina intención, conque se vino al mundo; sí hijo divino; la Santísima Trinidad, es una divina proporción de sabiduría, que todos mis hijos poseen; y es la Santísima Trinidad solar de un divino Hijo Primogénito, quien Juzjará a todos; pues la divina sabiduría, constituye la divina jerarquía espíritual, a que tienen derecho todos mis hijos; sin excepción alguna; pues todos llegarán un día, en la eternidad, a ser también jueces divinos de mundos y soles; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina justicia sobre la humanidad terrestre, demuestra a ésta que los hombres no son los únicos seres pensantes; muy al contrario; las criaturas humanas, son tan imperfectas, que aún necesitan de la divina moral; pues sin ella, el mundo terrestre se volvería un infierno; y los espíritus encarnados en él, no avanzarían nada; se alejarían de mi divina luz; en los colosales mundos del macrocosmos, sus habitantes, desconocen la divina moral; pues el divino entendimiento de ellos, lo ha sobrepasado; pues ellos abarcan al infinito, en mayor proporción que el género humano; que aún no ha logrado contacto alguno, con mundo alguno; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina resurrección de toda carne, es la total liberación del espíritu humano, del yugo filosófico-materialista; pues la divina resurrección limpia al espíritu; lo limpia de las ideas del pasado; tan cargadas de egoísmo; pues con la divina carne y filosofía nueva, se abre ante el espíritu, un mundo nuevo; un mundo, donde todo se torna divina y eterna realidad; donde la divina fantasía, se vuelve realidad; se vuelve divina filosofía de niños; pues, no exsiste filosofía alguna, ó pensar alguno, que no haya sido niño; todos lo han sido; pero la mayoría se vuelve egoísta y lo olvida; lo olvida por causa del mismo materialismo; del mismo peligro de la ciencia del bién; que le proporciona bienestar pasajero; pero no le dá el divino cultivo del amor; pues amarrado está el espíritu; sí hijo divino; así es y así será hasta la total caída del mundo de la ilusión; sí hijo divino; la divina justicia se hará según las obras de cada uno; no sólo las obras del presente; sino que también del pasado; de otros naceres; de otras reencarnaciones; de otras dimensiones vividas por el espíritu humano; pues escrito está, que hay que nacer de nuevo a la vida, para llegar a mi divina morada; pues todo cuesta en la eternidad; nada se regala; sino lleva el divino mérito, el divino esfuerzo de hijo del hombre; que es el mismo esfuerzo del infinito trabajo; que la humanidad terrestre conoce desde sus mismos albores; pues es el más antiguo de mis divinos Mandamientos; pues sin él, nadie tendría mérito alguno, para recibir mi divina añadidura de la divina eternidad; eternidad anunciada en la divina resurrección de toda carne; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que nadie tendrá nada, si no ha aportado con su divina voluntad, sacrificios por sus semejantes; desvelos por sus hermanos de divina reencarnación de pruebas; pues todo aquél que por mis hijos se dió, la gloria eterna está con él; pues los buenos propósitos, atraen a los divinos querubínes del amor; pues sin ellos, no habría nada; pues no exsistirían las divinas alianzas, ni los divinos acuerdos, en los lejanos soles; pues todo destino materializado, en su respectiva dimensión, se expande en su propia evolución, según lo prometido en las lejanas lumbreras; es por eso, que toda criatura brillará en los cielos, según el divino cumplimiento, que ha dado a mis divinas leyes del amor; y la caridad; pues detrás de ello, y sin verlo el entendimiento humano, se encuentran las divinas líneas magnéticas; ó líneas Alfa; conque se expresa cada acción ó hecho material, alrededor de su propio cuerpo de carne; pues, la carne los retiene, mientras dura su alianza, con los divinos querubínes de la vida espíritual; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esta divina acción del espíritu y sus propias determinaciones en la vida pasajera, constituye un divino foco eléctrico, parecido al brillo de un rubí; según las frecuencias y oscilaciones Omega, así es la atracción que ejerce el espíritu, sobre sus padres solares; pues, escrito está, que tú, hijo divino, vendrías al mundo, brillante como un sol de divina sabiduría; ejerciendo poder sobre toda frecuencia de cada espíritu humano; esto significa que toda individualidad solar, se conoce por su propio fruto; y según el fruto, así es la divina filosofía, que trae el fruto de las lejanas galáxias y soles; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que no sólo de pan terrestre vive el hombre; sino, de toda verdad que traen sus hijos primogénitos, desde lejanas galáxias; pues toda verdad proviene del infinito mismo; proviene del mismo y lejano punto, donde se formó, la microscópica Tierra; es allí, en los lejanos soles, donde se forman las divinas alianzas, que se extenderán por el infinito; pues todos los mundos materializados, son divinos productos de ellos; pues nada nace, que no tenga un divino destino solar; todos poseen la divina frecuencia expansiva solar; cuya divina directriz y divino control, en los mismos soles está; siendo la Santísima Trinidad, la encargada de seleccionar las divinas moradas, ó lejanos mundos; donde habitarán todos los hijos solares; pues la divina herencia, sólo tiene un sólo punto de partida; y tiene un sólo destino; la de amar en divina eternidad, a su propio Creador; amarlo en una divina filosofía, propia de niños; de niños, que habiéndose ausentado por un divino instante, por su paso por los mundos materiales, retorna ahora, sin pasar por la muerte; le adorarán, porque por el divino fruto de las divinas ciencias celestes, conocieron a su Hijo Primogénito; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos. |
Escribe: El Alfa y la Omega |
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